¿Para qué esforzarse?

¿Qué es lo que en la actualidad merece nuestro esfuerzo?

Una pregunta que me hago cada día cuando observo a los estudiantes que con desdén y carga reaccionan en las aulas y que lo que más desean es salir para poder seguir platicando o enterándose de la última novedad publicadas en las redes sociales.

¿Dónde quedaron los días en que un profesor no se daba a basto para atender las preguntas de curiosidad genuina por aprender que tenían los alumnos?

¿Qué es lo que realmente les interesa a los alumnos?, ¿otros temas?, ¿otras formas de recibir la información?, o solamente lo rápido, fácil y entretenido, preguntas genuinas que los profesores nos hacemos cada día al entrar en el aula.

Lo que si es seguro es que los profesores interesados genuinamente en el aprendizaje, reflexionan sobre lo nuevo, lo viejo, lo mismo y lo diferente.